Jesús se hizo pobre por nosotros

En este penúltimo domingo del año litúrgico celebramos la sexta Jornada Mundial de los Pobres instituida por el Papa Francisco con el lema “Jesús se hizo pobre por vosotros” (2 Co 8,9).

Ante los sucesos que están ocurriendo en nuestro mundo: la pandemia que hemos pasado, la guerra de Ucrania, la crisis energética, el cambio climático y sus consecuencias,… que nos recuerdan nuestra propia fragilidad y vulnerabilidad de nuestra sociedad y de nuestras vidas, la Jornada Mundial de los Pobres nos ayuda a reflexionar sobre nuestro estilo de vida y sobre tantas pobrezas del momento presente y así tener fija la mirada en Jesús, el cual siendo rico, se hizo pobre por nosotros a fin de enriquecernos con su pobreza.

Daremos verdadero testimonio de nuestra fe si compartimos lo poco que tenemos con quienes no tienen nada, para que ninguno sufra. Porque frente a los pobres de poco sirven buenas palabras, si no se ponen manos a la obra.

Fijando nuestra mirada en Jesús que se hizo pobre por nosotros, estamos llamados no a tener sólo un comportamiento asistencialista, sino a atenderlos con generosidad y acercarnos a ellos como a un hermano a quien tendemos la mano.

¿Qué sentimientos despiertan en mí las circunstancias que estamos viviendo en nuestro mundo? ¿La fe me ayuda a afrontar la dureza de la realidad? ¿Cómo atiendo a los pobres?

La experiencia de debilidad y limitación que hemos vivido en los últimos años y sobre la tragedia de una guerra con repercusiones globales, nos debe enseñar algo decisivo, no estamos en el mundo para sobrevivir sino para que todos puedan tener una vida digna y feliz.